Celebrar la celebración
Por Francisco Xavier Ortiz
Ir a la carpintería y pasar al lado de un serrucho eléctrico aserrando con su intenso ruido me sigue causando un discreto escalofrío que pronto pasa, pero que siempre ocurre. Es claro que el recuerdo de la niñez cuando perdí el índice de la mano izquierda en una sierra eléctrica, permanece… ¡cómo olvidarlo…!
Y sin embargo esa sensación siempre es superada cuando se aprecia todo el entorno que implica el trabajo y los resultados de un taller donde se desempeña el honorable oficio de la carpintería.
Ahora, con la oportunidad de servir a esta comunidad trabajadora desde lo que sé hacer –editar– me siento unido a la creatividad artística del trato a la madera y al buen gusto del ensamble de tablas perfectamente cepilladas y pintadas que derivan en extraordinarios y bellos muebles…
Escribo estas breves notas para celebrar el primer aniversario de esta tribuna carpinteril [delpueblo40.com] que, a su vez, ha compartido la trayectoria de más de 40 años de esta familia obrera.
Así, entre el aserrín, pinturas y resistoles, los martillos, cepillos y serruchos continúan con sus característicos sonidos el ritmo y la armonía de la convivencia y de solidaridad de este honorable grupo humano. Felicitaciones para todas y todos.
Gracias Pancho por este acompañamiento de más de 40 años y por este año que estuviste editando de manera extraordinaria los testimonios así como la elaboración de la página misma. Solo alguien como tú con esa sabiduría y ese cariño al Proyecto mismo podrían hacerlo. Sigamos celebrando la celebración.
Abracemos la vida!!!
Carpinteria del Pueblo, es símbolo de Esperanza, de Paciencia, de Honor, y de Fé. Rey, cargaste en tu espalda gran parte de esta encomienda y entregaste frutos. Tu talento a prueba de fuego, respetaste los valores referidos. Gracias por tanto bien que en el camino haz entregado desinteresadamente, admiro tu obra.
Conocer el trabajo cooperativo de la Mueble, fue abrir una ventana cerrada y dejar entrar el aire y la llovizna a un cuarto cerrado. Ver la posibilidad del trabajo comunitario de buena voluntad, nos regaló la esperanza.
Leer los testimonios de gente tan querida, es volver a recordar a la gente buena y volver a quererlos.
Pues me uno a esa alegría que deja el compromiso hecho vida… muchas felicidades y que siga la vida!